Luego de habernos adentrado y de haber empezado a comprender las nociones elementales sobre la venta, aplicadas a los emprendimientos en general y enfocadas también a nuestro proyecto de elaboración y venta de perfumes artesanales, encararemos otro aspecto importante de esta primera parte.
Tal vez sea el más importante, ya que es un amplio tema compuesto por:
• el cómo dirigirnos a nuestro público.
• cómo conocer sus deseos.
• cómo saber sus necesidades.
• cómo poder brindar un servicio.
• cómo proponer un producto que satisfaga las necesidades del cliente.
En efecto, podemos empezar a pensar un poco en cómo ingresar con nuestros productos de perfumes artesanales al mercado al que pretendemos acceder.
En principio, el que proponemos puede parecer un emprendi-miento sencillo y demasiado "casero"
En efecto, puede ser así al principio, e incluso podemos decidir mantenerlo siempre en ese rango.
Pero insistiremos en una cuestión fundamental: se trata de un tipo de emprendimiento donde la creatividad y el crecimiento no tienen límites prefijados, y en este sentido, el techo de este negocio es desconocido a priori. Por no necesitarse un capital inicial de envergadura, ni requerir de instrumentos extremadamente complejos, se puede ir desarrollando a medida de nuestras posibilidades de crecimiento y expansión.
En una etapa posterior se puede desarrollar más, y allí sí necesitaremos más elementos.
Para poder conseguir las metas que señalábamos más arriba, es necesario un plan de acción, que implicará, ante todo, el "conocernos a nosotros mismos", que es una de las premisas fundamentales del marketing.
Nuestro plan de negocios dependerá de cuál es la ventaja competitiva de nuestro producto, su identidad y su "marca" (en el sentido de qué atributos posee que lo diferencie de los otros productos similares de accesorios disponibles en el mercado).
Cuando decimos "marca", sobre todo en un emprendimiento como el nuestro, de fabricación y elaboración de productos propios, no nos estamos refiriendo estrictamente al nombre que identifica a un producto.
En efecto, puede ocurrir que nuestros perfumes no tengan una marca en el sentido de un nombre (aunque en este tipo de negocio es recomendable) o que lleven nuestro propio nombre. Según las características del negocio, decidiremos si lo tiene o no, si es conveniente o no.
Pero en todos los casos, sí es necesario que puedan ser reconocidos nuestros bienes, aunque sea en la designación que los demás -nuestros clientes y conocidos- hagan de nuestros productos.
En este sentido, con "marca" nos referimos a un sentido amplio de identificación, por parte de un público, de nuestros productos.
Para vehiculizar esto, para, de alguna manera entender quiénes somos, y cómo nos identificaremos, debemos estudiar muy atentamente las características de nuestro producto.
Y lo mejor en estos casos es hacer lo que los sociólogos y los especialistas en marketing llaman un esquema FODA, y que es una herramienta central en el marketing de productos.
jueves, 8 de octubre de 2009
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