jueves, 8 de octubre de 2009

Las metas

Es conocida esta máxima en el mundo de las ventas:
"sin metas no hay futuro"
Hay que asegurarse de que lo que se ha elegido como empren-dimiento es lo que se quiere hacer todos los días, o al menos, una importante parte de nuestro tiempo. No podemos elegir algo que no nos entusiasme.
La emoción de emprender un nuevo negocio (y tal vez con él, un nuevo estilo de vida), se parece al matrimonio: más vale estar enamorado de lo que se eligió, porque -como se suele decir- a los pocos días habrá que lavar la vajilla, limpiar los baños, planchar la ropa, comprar los víveres y tener para el gasto diario.
Ocurre algo similar en una nueva sociedad o empresa, por pe­queña que nos parezca.
Después de armarlo todo, conseguir el dinero (si bien en este rubro se puede comenzar con poco capital), planificar la financia­ción, comprar los elementos, algún mueble o herramienta, acon­dicionar las instalaciones y demás aspectos, habrá que operar día a día, resolviendo lo pequeño y lo grande.

0 comentarios:

Publicar un comentario