jueves, 8 de octubre de 2009

El sitio virtual de la empresa

Una opción que no es onerosa es la de abrir una página en In­ternet que aporte y acerque información acerca de nuestra marca. Por un costo anual verdaderamente accesible para un pequeño emprendedor, se puede poner en el espacio cibernético:
• nuestra oferta.
• la descripción del producto.
• un correo para tomar pedidos.
• incluso se puede hacer un foro donde los usuarios puedan intercambiar experiencias y percepciones sobre el producto.
• una lista de lugares donde se puede encontrar el producto.
En el caso que nos ocupa, podemos contar con la posibilidad de que en nuestro sitio de Internet, dispongamos fotos e imágenes de nuestro productos, lo cual se puede hacer de manera sencilla y sin gran costo.
Esto tendrá la ventaja.diferencial de acercar a los clientes y so­bre todo a los potenciales compradores, una imagen precisa de aquello que queremos comercializar. Mucho más aún cuando se trata de elementos tan artesanales, en los que la imagen y la pre­sentación también cuentan. Y en los cuales, lo externo nos debe dar una ¡dea, por asociación, con el perfume que contiene el in­terior del envase (pensemos que las buenas fotos de productos artesanales son siempre atractivas y generan motivación y deseo).
Así, si nuestro producto tiene la potencialidad de gustar y es atractivo, ya tendremos la ventaja diferencial de haber "entrado por los ojos" del cliente. Y quién nos dice, quizás ya nos encargan algo a través de este medio. A su vez, pueden difundirse algunos precios para que el público que consulta el sitio, se arme una idea aproximada del valor de algunos de nuestros productos (otros pueden ser reservados para motivar la curiosidad de la pregunta o consulta personal).

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