• optimizar y usar a fondo nuestras fortalezas, transmitiendo en los mensajes al público lo mejor de nosotros.
• advertir y aprovechar las oportunidades (aunque parezca increíble, hay emprendedores que se "distraen" y no perciben las oportunidades que pueden brindarse).
• a la vez, neutralizar nuestras debilidades, haciendo lo posible para que desaparezcan.
• prevenirnos, en lo posible, de las amenazas.
Una vez que conocemos a fondo nuestra empresa, pequeña o mediana, y sus capacidades por medio de este sencillo esquema, es recomendable hacer el mismo esquema sobre la competencia.
Esto nos permitirá!hacernos fuertes donde ellos son débiles, y hacerlo diferenciándonos, resaltando nuestras cualidades positivas.
Es importante tener en cuenta que cuando hablamos de com-petencia no sólo nos estamos fef¡riendo a empresas o pequeños emprendimientos que fabrican y comercializan lo mismo que nosotros: además de ser nuestros competidores los demás fabricantes de perfumes, también quizás lo sean los productores de otros productos de esta índole (o sea de ramificaciones o diversificaciones de nuestro producto original).
Una vez que hemos detectado las fortalezas y debilidades de la potencial competencia en nuestra área, podemos pensar las estrategias (observando las de ellos) para posicionarnos en un sector (o "segmento") diferenciado. Y a la vez, elaborar estrategias que puedan seducir a los clientes de la competencia.
jueves, 8 de octubre de 2009
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