jueves, 8 de octubre de 2009

Cuidados propios

Los padecimientos por falta de cuidado propio de la salud del trabajo, pueden contagiar a las personas cercanas en una empre­sa u organización, por pequeña que sea.
Si trabajaremos solos en nuestra empresa de perfumes (aunque seguramente requeriremos de otras personas), más a£É puede in­fluimos esa falta de cuidado de lo propio, si nos llegara a ocurrir esto.
En este sentido, no se debe permitir que las obligaciones y res­ponsabilidades laborales nos aparten de importantes costumbres como:
• hacer ejercicio.

• realizar las comidas a sus horas.
• cuidar la vista y las manos.
• elegir una dieta equilibrada para proveer al organismo de to­dos los nutrientes indispensables para su buen funcionamiento.
• propiciar la convivencia con los seres queridos (sobre todo si se trabaja en la propia casa, como puede ser el caso en este negocio), o con los compañeros de empresa entre sí, y realizar actividades recreativas con ellos.
• evitar caer en ciertos vicios, como el tabaquismo, la ingesta exagerada de café, alcohol y alimentos altos en grasas.
• evitar trabajar más de lo que nuestro cuerpo y mente pueden aceptar.
En un emprendimiento como el nuestro, la salud es importante, ya que nuestros productos tendrán que ver estrechamente con:
• la higiene.
• la estética.
• lo artesanal.
Estos aspectos que hemos señalado, cobran mucha mayor rele­vancia en una tarea, como la fabricación de elementos propios en general, que requerirá de nosotros, más que en cualquier otra ac­tividad o emprendimiento:
• una disposición física permanente.
• una concentración alta.
• una coordinación visual y motora muy fina.
• una habilidad y agilidad manual bien conservada.
• una capacidad estética desarrollada.

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