jueves, 8 de octubre de 2009

LA IMAGEN

La imagen es el resultado de lo que nosotros, voluntaria o invo­luntariamente, expresamos al exterior. Así como la identidad es "lo que queremos ser", la imagen es "lo que los demás creen que somos". Para bien o para mal, pero, más frecuentemente, para las dos cosas, Para los demás tendremos una imagen con cosas posi­tivas y cosas negativas.
Conocer lo que piensan los demás de nosotros es muy impor­tante. Para el marketing diremos que es clave.
El poder diferenciar bien estas dos cuestiones, la de la imagen y la de la identidad, es muy interesante.
Porque, por más que nos propongamos aparecer como una marca de categoría o de alta calidad, si lo que efectivamente llega al consumidor es la idea de desorden y de poco equilibrio entre las calidades de los diferentes productos, nuestros mensajes ha­brán sido en vano y habremos desperdiciado tiempo y dinero en intentar hacer creer a los demás algo que no somos. Y la gente ra­ra vez cree en las mentiras directas o las exageraciones muy bur­das de la publicidad (esos tiempos ya pasaron).
Retomando entonces:
Es importante que ai salir al mercado con nuestro producto, tengamos toda la situación lo suficientemente analizada como para poder situarnos en un nicho determinado del mercado, un segmento bien definido, con personalidad propia y diferenciable de los demás.
Para esto, debemos tener muy en cuenta cuáles son nuestras mejores cualidades y dónde está aquello que no nos interesa que se sepa.
Por ejemplo, para presentar al mercado una línea de perfumes y fragancias artesanales, una vez que se han hecho los análisis su­geridos precedentemente, se puede:
• elegir una pequeña etiqueta o identificación gráfica de nues-¿ tros productos o envoltorios propios.
• por ejemplo, si nos interesa ser referenciados como puramen­te artesanales usaremos papel del tipo reciclado y un diseño acor­de para las etiquetas o envases de nuestros perfumes.
• si además nos interesa resaltar el lugar de origen de nuestro producto, por ser una localidad autóctona o turística, por ejemplo podemos utilizar obras de artistas plásticos locales que retratan el sitio (previo acuerdo con el autor, por supuesto) para el envolto­rio o el diseño gráfico en general de nuestra identificación (o tam­bién para la decoración de los envases de los perfumes).
• cuidar el tipo de envoltura y objetos adicionales al packaging (término del marketing que en español quiere decir "paquete o envoltorio").
• cuidar todo aquello que tiene más que ver con el merchandising (objetos accesorios para la comercialización, como tarjetas, pequeños objetos identificatorios que no son el producto o el perfume en sí) y que dependerá del tipo de envases que comer­cialicemos, con un valor agregado que pueda darse a las etique­tas y al diseño.
Aquí se abre un sinnúmero de posibilidades para la construc­ción de nuestra marca. Por ejemplo, el nombre.

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